Cordobés de la Década

Cordobés de la Década
Talleres, indiscutido campeón de la década

domingo, 30 de enero de 2011

Tropezón en Villa María


Hoy lamentamos una derrota ante Alumni de Villa María. Una derrota que enciende luces y sirenas de alarma en Barrio Jardín. Debimos haber ganado y no lo hicimos.

El partido comenzó con ambos equipos midiéndose mutuamente, trabados y muy poco claros en el medio campo. Zanabria (Alumni), fue quien tomó la iniciativa y lideró a Alumni. Así, se plantó en el terreno el de Villa María, que a través de Sergio Zanabria tuvo la tenencia de la pelota, recuperando y distribuyendo. Talleres estaba muy poco claro. González Barón y Fabio Pieters ni se mostraban. Agustían Díaz quedó solo, y además no se mostró. La defensa tallarín no transmitía seguridad tampoco. Pero hubo algunos jugadores que sí cumplieron su papel. Se trató esta vez de dos duplas: Aranda-Sacripanti y Gianunzio-Leyes.
Nery Leyes estaba logrando –y a la perfección –algo que en ninguno de los enfrentamientos con Alumni habíamos podido hacer (a pesar de que esto nunca se había traducido en una derrota): parar a Manicero. Por más que Manicero gravitó por la izquierda, Leyes consiguió que nos olvidásemos por completo de él. Fue motivo de regocijo para nosotros. Emiliano Gianunzio recuperaba algunas pelotas que parecían imposibles. Entre los dos apoyaban a una defensa albiazul como si fuesen ruedas de auxilio, bomberos. Sin embargo, a pesar de todo los fortineros sí lograron superar a la defensa en un par de ocasiones aunque fallaron: una pelota la sacó Ribonetto en la línea y otra se fue apenas arriba.
En cuanto a Sacripanti, ilusionó junto con Aranda a los albiazules. Pese a que no tuvieron muchas llegadas participaron en el manejo y la recuperación. Se desempeñaron bien, no brillaron. Sacripanti tuvo su momento, sin embargo. En 7 ocasiones generó peligro. No obstante, esto no se transmitió en oportunidades, puesto que las 7 veces fue derribado por Maldonado. Así es, el jugador de Alumni Maldonado le cometió 7 infracciones a Sacripanti, de las cuales el árbitro sólo cobró dos, una de ellas con amonestación agregada. Parecía árbitro alquilado. Aranda, por su parte, encontró su lugar en el equipo y marcó el camino para Talleres. Pero el gol no se dio.

Sin embargo, a pesar de estos 4 jugadores, el resto no andaba muy bien. A Crivelli poco se lo vio, pues la pelota no le llegaba nunca. En las oportunidades importantes que le llegaron, tapó al primer palo un tiro de Manicero, pero en las otras (la que sacó Ribonetto y la que se fue apenas arriba) hizo vista, no transmitiendo mucha seguridad. La defensa (Rezzónico, Ribonetto, y Aballay, en especial Aballay) no rindió bien, no estaba clara, ni precisa, ni firme, ni ordenada. Y lo que es peor, despejaban hacia el frente. Algo terrible; los despejes tienen que hacerse hacia los lados, porque si no es un peligro. Aunque por lo menos, despejaban. Aballay finalmente pudo acomodarse en el campo, con criterio y presencia, pero Manicero ingresó por su espalda una y otra vez, a gran velocidad, de izquierda a derecha.
En cuanto a Agustín Díaz, no se mostraba. Aparecía, desaparecía. Rindió poco, especialmente sabiéndose que es un jugador cuya posición corre peligro. Las veces que estaba disponible, quedaba aislado, porque Pieters y Gonzalez Barón lo dejaban solo y así no la recibía nunca. Sin embargo, un par de veces tuvo la pelota y esos pasajes fueron realmente destacables, como la rabona magistra que dibujó para Aranda, quien disparó lejos del caño derecho. Pero insuficientes (no en calidad, sino en cantidad), ya que con dos jugadas creadas no se hace un partido. A causa de estar anulado como estaba (Talleres no lo acompañó, es decir Barón no lo acompañó, y además no se mostró), la creación de juego quedó a cargo de Sacripanti y Aranda, quienes de espaldas al arco y de manera incómoda lo intentaron, y no lo hicieron mal.
Gonzalez Barón había empezado bastante bien. Pelotas que parecía que se iban las corría como nadie y las alcanzaba y ganaba. De todos modos, pensaba más en marcar que en jugar. Se lo vio poco, de todos modos, aunque no tan poco como Pieters. Lo de Pieters fue malo y empeoró a lo largo del partido. Estuvo muy ausente, y de los momentos que tuvo, algunos fueron buenos, pero otros malos. Siempre superado por Riggio, causó que Manicero pudiese recibir la pelota aún a pesar de Leyes.

A esta altura Talleres estaba desperdiciando un tiempo como lo había hecho con Desamparados. Intentamos hacer una lectura del equipo –extraño– que había planteado Arzubialde. Una táctica nueva. Confió en que el equipo podría sobrevivir sin Monay y Ruiz, que ya tenían el alta médica pero si descansaban recuperarían su mejor forma física. Y mandó a Anívole al banco.
El objetivo de esto era que Díaz, Pieters y Barón, aunque jugasen por las bandas para defender, pudiesen juntarse en el medio generando más juego, más fútbol, más sobriedad, y más equilibrio. Anívole y Monay hubiesen generado más oportunidades y calidad por las bandas, pero Arzubialde se decidió por apostar distinto. Además, con la formación que planteo Arzubialde la línea de tres podía convertirse en línea de cuatro.
No funcionó, sin embargo, y perdimos capacidad de juego por las bandas. El primer tiempo estaba acabando desperdiciado, pese a que la diferencia no era abrumadora. Y así llegó un pase a los 41 de Manicero (ex Belgrano), quien estaba lejos de Leyes –para Abálsamo que anotó y puso el 1 a 0. Alumni había entendido que atacando por la izquierda estaba el negocio, porque Pieters y Aballay no podían ni entender el partido.
Así acababa el primer tiempo. Talleres tenía una parada complicada. Arzubialde supo leer el partido y decidió que tenía que hacer una apuesta. Estaba muy descontento con el rendimiento individual de los jugadores, mientras nosotros nos desvivíamos por conocer su elección, aunque sabíamos que iban a entrar Anívole y Zárate en algún momento.
El cambio de Arzubialde fue una apuesta fuerte, pegó un “volantazo”. El ingreso de Anívole era necesario pero en lugar de sacar a Gonzalez Barón lo que  hizo fue sacar a Nery Leyes y hacer que Barón retrocediese. De esta  forma, quedaba una línea de 4 atrás, Gianunzio como volante de contención solo al medio; y Pieters por derecha, y Anívole por izquierda. Anívole entraba sin obligación de marca, pudiendo así atacar y abrir por los laterales. Además, se reforzaba la defensa. Pero nos quedábamos sin Leyes, uno de los pocos que había rendido bien, y además había frenado a Manicero y ya no lo haría.

Y empezó el segundo tiempo. Pieters y Barón seguían empeorando su rendimiento, siendo superados respectivamente por Zanabria y Bolatti una y otra vez. Gianunzio no daba abasto, aunque no rindió mal. Y a la primera que la tocó Manicero (sin Leyes para pararlo), salió, le ganó a Aballay, y habilitó a Abálsamo para el segundo gol. En realidad era un centro para Herrera que no fue bueno, pero Abálsamo estuvo en el lugar correcto en el momento preciso, como en toda la noche.
Un dolor de cabeza (por no decir otra cosa). Alumni no estaba asustado y jugaba una de sus mejores noches, en tanto que Talleres estaba lejos de convalidar su posición como puntero, muy lejos, y encima dos goles abajo. Manicero seguía siendo una verdadera pesadilla sin Lees como stopper.
Sin embargo, algo ya había cambiado en Talleres. Con Anívole, empezaba a mejorar. Sin embargo, la defensa fortinera estaba muy bien parada y sabía lo que hacía. Sacrianti avanzaba como en el primer tiempo, gravitaba mucho y estuvo cerca. Pero siempre marcado por dos, como lo estuvo durante todo el partido, no podía lograrlo.
No obstante, cuando entró Zárate (sale Díaz), todo cambió. Se vino la magia y Talleres pasó su mejor momento, se venía como un huracán, con juego y terreno. Y en efecto, inicó una jugada que terminó con una palomita de Sacripanti que casi fue gol, pero Esclazo sacó al corner, como hizo varias veces en el partido, aunque esa vez quedó sentido. Y llegó lo esperado, Zárate creó una jugada que tras un doble rebote culminó en el gol que Sacripanti tanto se merecía, a los 12 de complemento.
Apenas había entrado Cristian Zárate, había ido a buscar la pelota. Zárate la pedía, obligaba, contagiaba.

Y parecía que se seguía viniendo Talleres como una estampida, de la mano de Zárate. Todo Talleres comenzó a mejorar. Gianunzio recuperaba más. Anívole-Barón aparecieron. Barón empezaba a defender bien, y jugando más en su posición que era de defensa. Aranda tuvo presencia. Luego Zárate envió otro tiro libre que hizo revolcar a Scalzo (quien finalmente sacó el bombazo por los pelos) y Saripanti cabeceó otra apenas encima del travesaño (corner de Zárate).
Sin embargo, lo de Talleres fue sólo un lapso porque ingresó el ex Talleres Luciano de Bruno, recién habilitado desde Ecuador (y visiblemente más gordito que en su época de Talleres). El punto de ponerlo era el mismo que Zárate. No lo ponían de titular por ser recién llegado, pero era una máquina de generar fútbol y cuidar la pelota. Aunque Alumni extrañó a Manicero, pudo volver a adueñarse del partido y crear oportunidades. Dos veces no pudo embocarla Herrera, pero estuvo cerca. La defensa albiazul volvió a quebrarse.
De hecho, la primera vez que De Bruno tocó la pelota, Rezzónico tuvo que bajarlo (y lo sacaron en camilla, aunque luego volvió). Alumni incluso generó dos situaciones peligrosísimas, aunque finalmente marró los dos tiros.

Entonces desaparecieron las pelotas (sólo había dos). Una ya había caído en la tribuna de Alumni y la otra acababa de caer cerca de la de Talleres. Cuando fueron a buscar que recién había caído, la encontraron, pero el árbitro no quiso seguir hasta encontrar la otra, que alguien vinculado al equipo local escondía.
Luego el árbitro cometió otro error. Hubo un disturbio en los bancos y Zárate agredió de un puñetazo a un auxiliar de Alumni. El juez lo vio pero no lo expulsó. Maldonado y Mascambroni entonces quisieron pelearse con Rezzónico. Y Carlos Arzubialde (muy querido en Villa María) se vio involucrado en el tumulto al demandar que los allegados a Alumni devolviesen la pelota, pues Talleres seguía estando en un buen momento.

Devolvieron la pelota y siguió el partido. Pieters ya era invisible. La tocó una vez y dio un pésimo pase. Zárate y Gianunzio, jugaban bien, por su parte, generando oportunidades uno y recuperando el otro. Pero González Barón seguía bajando, con malos tiros y malos centros.
A la salida de un tiro libre, Ribonetto hizo una jugada desacertada, y el remplazo de Herrera, Leonardo López, envió un pase alto para el ingreso de Ariel Mascambroni, quien la metió al área chica. Aballay estaba ahí pero despejó mal y horrible. Y detrás estaba nuevamente Abálsamo, otra vez, en su noche. Y Talleres cobró su tercer gol.
Sobre el final, la T se desesperaba. Presionó mucho, pero se encontraba con una defensa bien plantada al fondo. Aranda se mostraba muy presente, recuperando y manejando. Alumni empezaba a hacer muy malos rechaces. Pieters apareció y Anívole se hizo sentir. Y en un tiro libre excepcional, Zárate embocó el segundo.
Se venía el final y los albiazules estaban locos por hacer un gol y presionaban. Alumni tuvo una oportunidad, en la que Crivelli había salido sacando irresponsablemente la pierna. Hubiese ligado una amonestación o algo más, de no ser porque había habido previo offside del fortinero.
Talleres seguía presionando a Alumni. Sacripanti llegó en una ocasión y lo bajaron (el árbitro no cobró pero la infracción existió) en el último minuto. Luego erró un tiro bastante posible Solferino (había entrado a los 43 por Gonzalez Barón). Y finalmente pitó el árbitro (había adicionado bien) y Talleres perdió.

Mirando hacia atrás, nos encontramos con un Talleres que perdió con el último. Talleres, el gigante, el carteludo, el aluvión, el puntero tan puntero que ni perdiendo se bajaba de la punta. Talleres había perdido con Alumni, un Alumni chiquito, Alumni el último, un Alumni tan último que ni ganando salía del fondo. Fue el Talleres más insípido de toda la temporada, y uno de los mejores Alumnis.
Alumni fue más agresivo, fue con tres atacantes. Pero ganó también en la posesión de la pelota, gracias a Zanabria y Bolatti. La delantera rindió mejor que nunca (Manicero, Herrera, López, Mascambroni, y por supuesto, el suertudo Abálsamo).
Talleres desperdició los primeros 55 minutos (la clave fue Díaz desahuciado) y fue atacado por ese lapso. Fue otro con el  ingreso de Zárate e hizo sufrir, pero durmió el partido con el fútbol de De Bruno y el 3er gol de Abálsamo. Cuando Zárate hizo el 2do, a Alumni no se le movió un pelo y la última línea no lo sufrió, cerrándose bien.
Cada vez que Talleres quería crecer, Abálsamo metía un gol. Talleres careció de precisión.
JUGADOR
PUNTAJE
COMENTARIO
Federico Crivelli
6
Un par de atajadas lindas, pero sobre todo hizo vista y no transmitió seguridad. No  es que haya actuado mal tampoco.
Juan Aballay
4
Pésimos rechaces, uno de los cuales culminó en gol. Manicero se le metió siempre por la espalda.
Walter Ribonetto
5
Nada muy bueno para destacar. Excepto la pelota que sacó de la línea. ¿Lo malo? El tercer gol lo inició el con una mala jugada.
Juan P Rezzónico
5
No tuvo presencia ni nada. Puede dar mucho más
Fabio Pieters
3
El peor de todos. No se lo vio en todo el partido. Cuando la tocaba, la tocaba mal, excepto sobre el final del partido.
Emiliano Gianunzio
6,5
Bien. La rueda de auxilio del equipo. El bombero. Nadie lo pasó por su lado, pero no dio abasto.
Neri Leyes
6
Pudo parar bastante bien a Manicero, mejor que cualquier otro. Aunque un par de veces se le escapó, fue más culpa de Pieters que de él.
I. González Barón
5
No jugó en su posición. Se concentró más en defender que en jugar y dejó solo a Agustín Díaz.
Agustín Díaz
5
No se mostró. No apareció casi nunca, aunque las 2 ó 3 veces que lo hizo lo hizo de forma magistral generando excelentes situaciones.
Lisandro Sacripanti
6,5
Bien. El que más huevo puso, siempre llevó la pelota hasta el otro lado. No obstante, desde Alumni lo supieron leer y pusieron a dos jugadores a marcarlo. Tuvo que comerse 8 faltas cuando creaba situaciones, 6 de ellas no cobradas.
Adrián Aranda
5,5
Nada mal. En sus momentos condujo y recuperó porque Agustín Díaz no lo hacía. Pero le faltó gol.
Ignacio Anívole
6,5
Bastante bien, con presencia y demás.
Cristian Zárate
7
Muy bien, mucho huevo, mucho fútbol. Un gol hermoso, y 4 ocasiones claras generadas que pudieron ser gol (y una lo fue)
Damián Solferino
5
Jugó poco y cuando la tenía servida, la erró.
DT: Héctor Arzubialde (6): decidió poner una nueva estrategia para tener más fútbol y lo traicionaron los problemas pendientes que aún no soluciona (falta de defensa, poca efectividad de visitante, y Díaz). Hizo buenos cambios pero el equipo no supo tener suficiente rendimiento individual. Mima mucho a Pieters.
Árbitro: Alejandro Arco (6): Cobró varias infracciones a ambos equipos al revés. No le cobró 6 infracciones a Sacripenti (5 de ellas de Maldonado) ni expulsó a Zárate por golpear a un ayudante de campo de Alumni por esconder la pelota. Adicionó bien el tiempo y no se comió un falso penal que Sacripanti reclamó. Amonestó bien.
Alumni (8): Mucha calidad ofensiva, dominaron el partido en el medio, y plantaron una muy buena línea de fondo. No debió ser suficiente para parar a Talleres pero lo fue.

Síntesis
Alumni: Jonathan Scalzo; Gastón Molina, Alexis Díaz, Fernando Maldonado; Matías Bollatti, Nahuel Caler, Sergio Zanabria, Renato Riggio; Diego Manicero; Carlos Herrera, Leonardo Abálsamo. DT:Víctor Riggio.
Talleres: Federico Crivelli; Juan Aballay, Walter Ribonetto, Juan Pablo Rezzónico; Fabio Pieters, Emiliano Gianunzio, Nery Leyes, Ignacio González Barón; Agustín Díaz; Lisandro Sacripanti y Adrián Aranda. DT: Héctor Arzubialde.
Goles: PT, 41m Abálsamo (A). ST, 1m Abálsamo (A) y 11m Sacripanti (T), 45m Abálsamo (A) y 48m Zárate (T). Cambios: ST, al inicio Anívole (6) por Leyes (A), 10m Cristian Zárate (7) por Díaz (T), 13m Aimar (6) por Riggio (A), 20m De Bruno por Manicero (A), 40m López por Herrera (A) y 43m Solferino por González (T). Amonestados: Maldonado, Scalzo y De Bruno (A); González Barón, Leyes, Díaz y Gianunzio (T). Cancha: Plaza Ocampo. Campo: bueno. Árbitro: Alejandro Arco.
Una luz de alarma se enciende en Talleres. Perdimos con el último. Perdimos de visitante. No nos favoreció el árbitro ni la suerte y eso, sumado a un campo de juego incómodo.
Puede justificarse que Racing pierda un partido así. Puede justificarse que lo pierda Desamparados. No así con Talleres. Con un rival que jugó bien, un técnico opuesto que la hizo bien, un mal árbitro y mala suerte, el partido se perdió. Si alguna de esas cosas cambiaba el partido hubiese sido distinto. Pero Talleres no puede depender eso. Es el peso más pesado del Argentino A, el mayor y más firme candidato al ascenso.
Si el árbitro hubiese cobrado las infracciones a Sacripanti, muy posiblemente hubiera habido gol. Pero Talleres, por lo que es, tiene que tener la espalda para tragarse eso y hacer un gol de todos modos. Si se hacen 5 cabezazos y no son gol, Talleres tiene que hacer 5 más hasta que lo meta. Talleres tiene que dar más. Si a Talleres le mete tres goles un mismo jugador que está en la mejor noche de su vida, Talleres responde con 4 goles más. Por eso Talleres es Talleres. Talleres no puede perder fuera de casa así. Tiene que justificar su peso.
Talleres probablemente clasificará al nonagonal. Si jugamos como hoy no lo lograremos. Todos los años asciende un equipo que no era el favorito pero se desempeñó mejor sobre el final. Así fue el año pasado. Éramos un equipazo pero la suerte no nos acompañó. No podemos depender ni en la suerte ni en ninguna otra circunstancia. Talleres todo lo necesario para ser tan perfecto como para ganarse con tranquilidad el nonagonal.
En fin, nos ha quedado la tabla así:
Equipos
Pts.
J.
Dif.
Talleres
35
19
16
Sp. Belgrano
31
19
4
Desamparados
28
19
4
Racing
27
19
0
Juventud Unida
26
19
0
Dep. Maipú
19
19
-6
Estudiantes
18
19
-10
Alumni
17
19
-8
Los resultados fueron todos favorecedores y seguimos punteros con ventaja de 4 puntos sobre Sp. Belgrano (considerado por este blog como el más peligroso rival). La diferencia de goles sigue siendo abrumadora. Desamparados, Racing, y Juventud Unida pelean por el tercer lugar, mientras Maipú, el Imperio, y Alumni están pegados en el fondo.
Una buena para el próximo partido. Podremos disfrutar de un gran equipo. Casi perfecto. Estarán disponibles el gran Aranda, el terrible Sacripanti, y el heroico Riaño. Aparecerán Monay y Ruiz en forma física inmejorable. El estelar Zárate ya estará en condiciones de entrar de titular. Anívole podrá seguir con su buen juego, permitiendo a Barón o Cosaro defender. Nery Leyes también podrá jugar.
Pero hay una mala, bastante mala, y es que Gianunzio llegó a la 5ta amarilla y estará suspendido. Así que tendremos que esperar una fecha más para el Talleres Dream Team, y lo usaríamos, en principio, de visitante. Aunque el del miércoles será un equipazo. Riaño y Zárate juntos, apoyados por Monay, Ruiz, y Aranda, será una formación temible.

¿Cómo vivieron las hinchadas el partido con Alumni? A estadio repleto. Incluso más que en el propio ascenso de Alumni (de la mano de Arzubialde). La hinchada de Alumni es muy agradable, porque disfruta el partido y alienta, a diferencia de todas las demás de Córdoba. Y además no son violentos ni rencorosos, como sí son el resto.
Por eso juzgamos que estuvo muy mal robarse una de las banderas de Alumni, que hicieron algunos barras albiazules en la única falla de seguridad del operativo del sábado. Muchachos, Alumni es una hinchada de Barrio, no de barra. No se merecían eso. No es un trofeo quitarles una bandera. Además las banderas eran lindas (“para el mundo no sos nadie, para mí sos el mundo” decía la más bella de todas ellas). Si quieren demostrarle a los albirrojos y a los celestes que son muertos mediante eso de la bandera, estará bien. Pero con Alumni no, muchachos, que es Alumni. De comportamiento ejemplar, por cierto. Tampoco había gritarles “campesinos”, como nos gritan los porteños a nosotros, ni “equipo chico”. Alienten a su propio equipo nada más. Grítenle el resto a los otros.
En cuanto a la hinchada de Talleres, gritaba cada vez más fuerte (las grabaciones de Cadena3 están disponibles para comprobarlo) con cada gol que recibía. Fue impresionante. Sólo se callaron tras el pitazo final, cuando los de Alumni por primera vez en el partido pudieron cantar. Un orgullo.
Más de 9.000 SMS fueron recibidos para ir al partido, aunque se sabe que 2.000 de ellos nada más eran correctos y podían recibir la entrada.
Entre otras cosas, la hinchada de Alumni recibió a lo grande a Arzubialde (“¡Héctor, Héctor!” con aplausos). Finalmente, se retiraron con felicidad, euforia, y alegría tras haberle ganado bien al mejor, que no fue tan mejor esta vez.
Entre otras cosas, Alumni hizo buenas migas con el Cosedepro, distinguiendo al presidente con la evidente intención de conseguir el visto bueno del organismo a las reformas que se hicieron en el estadio (200 mil pesos en cabeceras, parapelotas, alambrado olímpico, verde campo, y demás). Un detalle: desde el Cosedepro anunciaron que harían todo lo posible para que el Talleres-Racing en nueva Italia se jugase con dos hinchadas.

¿Y cómo fueron las cosas en la web? Por el lado de Talleres, bastantes críticas a Arzubialde. No con enojo (denotaban apoyo, en realidad), pero sucede que hay una derrota y aparecen diez mil técnicos creyendo saber más que cualquiera. Analizaremos las cosas que se dijeron.
-“Un tropiezo no es caída. ¡Vamos Talleres!”: ¡cierto! Con la T hasta la muerte. Pero hay que aprender mucho de este partido.
-“¡Que joputa ese Abálsamo culiau!”: cierto. 3 goles no se hacen todos los días. No tuvimos buena suerte. Pero depender en eso no es actitud de ascenso. Si nos hacen 3 hay que hacer cuatro.
-“Contra Maipú Zárate de 10”: concordamos. Es factible que vaya de titular porque ya debe estar preparado.
-“Hace rato papa tenía que meterlo a Zárate!”: ¿seguro? ¿Acaso es preferible poner al jugador en el frío del entretiempo y no esperar a ver como evoluciona el partido con Anívole? No sé si hubiera dado resultado, pero me pareció bien como se hizo.
-“No sé qué inventó sacando a Ruiz y no ponerlo de titular a Zárate pero bue lo banco a muerte”: bien por bancarlo, pero poner a un refuerzo de titular en su 2do partido sólo porque tuvo un buen debut es una pésima idea. Por eso mismo a De Bruno, en Alumni, seguramente no lo mandarán de titular en el próximo. En cuanto a lo de Ruiz y Monay, obviamente quiere que se recuperen bien para el partido con Maipú. Ojalá valga la pena, porque no lo sabemos. (el comentario sobre Zárate titular se repitió muchas veces).
-“¿El miércoles pasan el partido en Canal 10?”: Sí, lo pasan.
-“¡Quiero ver al Rami Pereyra en la cancha no se lo olviden!”: ¡ojalá que vuelva pronto y mejor que nunca, igual que Cejas! ¡Sólo podemos rezar!
-“No entiendo nada a Arzubialde, por qué no lo pone a Cosaro que juega con huevo y tiene llegada. Aballay no tiene idea de cruzar la mitad de la cancha”: después de cómo rindió Aballay, podríamos concordar. Sin embargo no siempre rinde así de mal.
-“¡¿cómo no va a poner a anívole?!”: Arzubialde entendió que era el mejor momento para tratar de generar juego. Sabía que Talleres con más generación de juego sería invencible y probó lo que probó para que Díaz, Pieters, y Barón se juntasen en el medio y generasen juego. No salió, pero era una jugada muy inteligente. Arzubialde demostró que tiene mucho para dar, muchas ideas.
-“¡Lo perdió Arzubialde!”: para nosotros no. Lo bancamos. Puso una buena estrategia en mente y el rendimiento individual lo cagó. Obviamente saltó un detalle en Talleres que habrá que corregir: si no hace un gol al comienzo, no encuentra su lugar. Y así no funciona ninguna estrategia. Hay que solucionar eso antes.
-“La hinchada no tuvo ni un minuto de silencio..”: ¡cierto! Para que vean y aprendan todos los demás.
-“Me preocupa que nos cueste tanto ganar de visitante”: a nosotros también  (nuestra efectividad apenas rebasa el 50%). Pero en el próximo partido de visitante tendremos un Dream Team y podríamos encontrar el equipo ideal, invencible. Ojalá que así sea. (contra estudiantes de río 4to)
-“¡Fabio Pieters afuera! ¡Que no juegue más! Y muy feo lo de Díaz, Aballay, y Solfe. ¡Que vengan Zárate y el chavo, por favor!”: y sí. Pieters es el mimado de Arzubialde. No estamos tan seguros de qué tan bueno pueda ser. Le falta constancia y hay algunas mejores alternativas. Pero puede conducir mucho el partido así que por lo menos se gana un buen ugar en el banco. Díaz, Aballay y Solfe rindieron muy feo. Barón no estuvo en su posición.
De todo lo que se dijo, rescatamos algunas cosas. No creo que hayamos sobrado el partido, Arzubialde no es tan tonto como para subestimar a Alumni. Obviamente lo juzgó, lo pensó y repensó y decidió que el equipo podría. Y no pudo por cuestiones de suerte. En realidad quería preparar el equipo para la próxima, para que esté perfecto. Anívole no entró, igual que Monay y Ruiz, pero está justificado porque lo hizo para generar más juego (obviamente ahora cabe esperar que Díaz no juegue más, que Pieters vaya al banco, y que Barón juegue en su posición desde ahora). Pero que nos cueste tanto ganar de visitante y que tengamos una defensa tan vulnerable por las bandas, y que si no hacemos un gol no estamos tranquilos… ¡son 3 puntos clave que Arzubialde tiene que trabajar urgente!
Por otra parte, los hinchas de Instituto se regocijaron con la respuesta. Las respuestas tallarines fueron las usuales, incontrastables. Lo que sucede es que no hay que olvidar que un gran don conlleva un gran sacrificio. Talleres es dueño de sus alegrías y tristezas. Ese motivo de orgullo significa que tenemos que aguantar a los ignorantes que disfrutan las derrotas sin tener alegrías ellos. Y sí, muchachos, resignación.
 Un detalle más: habrá una reunión entre la dirigencia de Talleres con Arzubialde para analizar lo ocurrido en el partido. No se pone ni por un segundo en duda la continuidad de Arzubialde, sino que quieren que se explique sobre algunas cosas y exponga en detalle ciertos puntos que no acaban de cerrar: la timidez, el primer gol del complemento, la ausencia de ruiz y monay, anívole en el banco, y el rendimiento de aballay, díaz, y pieters.

Bueno, próximamente, la previa al partido con Maipú, a la inauguración de la Boutique, a la presentación de la nueva indumentaria, y mucho más. ¡Sígannos! Somos “El Ojo sobre Talleres”